En Can Boada del Pi, las mañanas empiezan con el aroma del café que se cuela por las ventanas abiertas. En la esquina de la calle Baldrich, a menudo escuchas a los vecinos hablar sobre el tráfico, el aparcamiento complicado y, a veces, sobre esos puntos del carnet que se van volando sin que te des cuenta. «Otra multa más y a ver cómo lo arreglo», comenta alguien en el bar de la esquina, mientras remueve su café con resignación.
Esto es lo que necesitas saber si vives en Can Boada del Pi y te falta el Recuperación Parcial de Puntos. Aquí no hay tiempo que perder. Sabemos que cada punto cuenta, y no es solo un número, es tu libertad para moverte por Terrassa. No esperes a que sea un problema mayor. Es hora de actuar.
Laura, que vive justo en la calle Baldrich, vino el otro día con dudas. Había escuchado que el proceso era complicado, que no tenía tiempo, que no sabía por dónde empezar. Pero aquí, en Autoescuela Piedra, lo primero que hacemos es escuchar. Laura salió con una sonrisa, sabiendo que todo es más fácil con un poco de ayuda. Y que su coche la esperaba.
Imagina que tus puntos son como esos coches que aparcan en Can Boada del Pi. Si no los cuidas, si no estás atento, un día simplemente no estarán. Y luego, es un lío. Pero no tiene que ser así. ¿Vas a seguir pidiendo que te lleven o lo hacemos ya?
En Autoescuela Piedra, estamos aquí. Somos parte de Terrassa, como tú. Conocemos cada calle, cada historia. Y lo que hacemos, lo hacemos bien. Desde Can Boada del Pi, la autoescuela más cercana está a unos 15 minutos andando. En coche, apenas 5. Así que, no hay excusas.
Te ofrecemos asesoramiento personalizado. Porque cada uno tiene su historia, como Laura, como tú. Y sabemos cómo ayudarte a que esos puntos vuelvan a donde pertenecen. Este es nuestro compromiso. Sin adornos. Solo lo que necesitas.
Así que, cuando estés listo, cuando decidas que es momento de recuperar lo que es tuyo, aquí estaremos. No hace falta que lo pienses mucho más. Sabes quiénes somos. Sabes dónde estamos. Si lo vas a hacer, que sea con nosotros. Porque en Terrassa, cuidamos de los nuestros.