En Can Jofresa, la conversación empieza como siempre. Alguien en la cola del pan comenta que su hijo ya se ha sacado el carnet de conducir. Otro pregunta cómo le fue con el tráfico en la Avenida del Vallès. Y luego, el tema de siempre: el Permiso A. Esas motos que se ven pasar por la calle, ese viento en la cara que promete libertad. Pero claro, conseguirlo no es simplemente un paseo en moto.
Si vives aquí, en Can Jofresa, sabes lo que implica moverse en moto. Aparcar es complicado en la Calle de Colom, todos lo sabemos. Una vez que logras el Permiso A, todo cambia. Ya no esperas al autobús en la parada de la Plaça del Triomf. No más excusas. Es hora de hacerlo.
Laura, de la calle Baldrich, vino el otro día con dudas. Quería saber si las clases eran adecuadas para alguien que nunca había tocado una moto. Se preocupaba por el tráfico, por las clases prácticas. Le contamos que, como ella, muchos empiezan sin saber y terminan rodando por la Rambla d’Ègara como si lo hubieran hecho toda la vida.
Imagínate una tarde en el Parc de Vallparadís, viendo pasar motos. Piensa en lo que sentirías al ser tú quien está al volante. ¿Todavía vas a seguir pidiendo que te lleven o lo hacemos ya?
En Autoescuela Piedra no hablamos de «ellos». Somos nosotros, los que tomamos café en el bar de la esquina, los que conocemos cada semáforo en rojo de Terrassa. Aquí, el Permiso A es más que un curso. Es un camino que recorremos contigo.
Desde Can Jofresa, llegar a la autoescuela es sencillo. A pie, son unos 15 minutos por la Carretera de Montcada. En coche, estás allí en 5. Y una vez que llegas, todo es más fácil. Ofrecemos asesoramiento personalizado, porque cada uno tiene sus propias historias y excusas. Y estamos aquí para escuchar.
Ya sabes lo que hacemos. Sabes dónde estamos. Si vas a hacerlo, hazlo con nosotros. No hace falta más.